Imagínense que les digo que alguien posee un doble ático en uno de los barrios nuevos y carísimos del norte de Madrid, que ese ático mide doscientos metros cuadrados, que le fue adjudicado como vivienda de protección oficial por una cooperativa de construcción de un sindicato, que sin ser el jefe de su empresa cobraba hace unos años 114.000 euracos del ala, al año, y que hoy es el jefe de su empresa con lo que su sueldo será bastante mayor. En principio podríamos estar hablando de un tipo de negocios; de grandes negocios, de esos negocios especulativos que han puesto a España al borde de la quiebra técnica. Bien, pues ese privilegiado resulta que tiene una reunión de trabajo con el jefe de otra empresa, que si no es de la competencia bien podría serlo. A ese segundo pichón se le tiene por persona muy influyente a nivel nacional; se codea con el presidente del gobierno y parece ser que sus opiniones, si no van a misa es por puro escrúpulo ideológico, vamos que se le tiene muy en cuenta. Como les decía se reúnen para un asunto muy urgente una tarde en un hotel de Madrid que se llama Villamagna -donde un café le cuesta a usted lo que la compra de la semana en un supermercado y una habitación le cuesta lo que sus vacaciones de los próximos cinco años-. Lógicamente ambos peces gordos acuden con su coche marca “no sabe usted con quién está hablando” y allí se reúnen como les digo. En un principio parece que se trata de dos miembros del famoso Club Bilderberg ¿verdad?. ¡Pues no!, se trata nada más y nada menos que de los dos líderes de los sindicatos mayoritarios de este país; el tal Tocho y el tal Méndez. Pues eso, que se reúnen de esa guisa para proyectar una huelga general para septiembre de 2010. O sea, que se reúnen como se reuniría Franco con Ike, a todo trapo, para manejar a una horda de casi cinco millones de parados, para una huelga general que huele a cosmética pura y rodeados de todo tipo de lujos. ¿No se les cae la cara de vergu?enza cuando se ponen al frente de las manifestaciones del uno de mayo o cuando se pongan al frente de la ínclita huelga general? ¿Cómo tienen el rostro de llamar compañer@s a los que les están chupando la sangre?. ¿Qué tipo de mensaje le están dando a esos cinco millones de compañeros parados? ¿Todas estas cuestiones de las que me hago eco por la prensa las conocen las bases o para lo único que están las bases es para formar piquetes el día “d” y cobrarse con un bocadillo en el bar indultado por la huelga?. Pues este que está aquí ese día va a hacer huelga a la japonesa, que también es mi derecho y si lo piensan bien es lo que deberíamos hacer todos; dejarlos solos a los dos con la pancarta en la mano, sus guardaespaldas y sus lujos circundantes. Vamos, ponernos a trabajar ¡Ya está bien de tanto manoneo, por dios!. En fin, sigan pagando su cuota sindical, que el lujo y el confort lo disfrutan estos dos y los de la cúpula que van por debajo. Ale, ¿la canción? “It’s Good To Be King” de Tom Petty and The Heartbreakers.